La sustentabilidad, también conocida como sostenibilidad, es un concepto amplio que se refiere a la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Se basa en el equilibrio entre los aspectos económicos, sociales y ambientales, asegurando que las acciones actuales no agoten los recursos naturales ni causen daños irreversibles al medio ambiente.
Sustentabilidad ambiental: Este aspecto se refiere a la preservación y el uso responsable de los recursos naturales, incluyendo la conservación de la biodiversidad, la protección de los ecosistemas, la reducción de la contaminación y el uso eficiente de la energía y el agua. Se trata de garantizar que las actividades humanas no degraden ni agoten los recursos naturales para las generaciones futuras.
Sustentabilidad social: La sustentabilidad social se centra en promover la equidad, la justicia social y el bienestar humano. Esto implica asegurar la igualdad de oportunidades, el acceso a servicios básicos como la educación y la salud, la protección de los derechos humanos y laborales, y la promoción de comunidades inclusivas y participativas.
Sustentabilidad económica: Este aspecto se refiere a la capacidad de mantener sistemas económicos que sean viables a largo plazo, sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras. Esto implica promover un crecimiento económico que sea compatible con los límites ambientales, fomentar la equidad en la distribución de la riqueza y garantizar la estabilidad financiera y el acceso equitativo a recursos económicos.